El óvalo facial puede descolgarse antes de la aparición de manchas o arrugas propias del envejecimiento de la piel. La falta de firmeza del óvalo facial afecta de forma prematura a algunas personas, transformando sus expresiones.
Además, con el paso de los años disminuye la producción de colágeno I y III, aumenta la glicación de colágeno, las fibras se desordenan, aumenta la degradación del colágeno y elastina y los queratinocitos pierden su capacidad para mantener unidas la dermis y la epidermis de forma compacta.
Técnicas como la radiofrecuencia, la mesoterapia y los hilos tensores ayudan a corregir y frenar la flacidez del óvalo facial.
La pérdida de firmeza del rostro y por consiguiente, la falta de definición del contorno facial es una muestra de envejecimiento. Hoy en día para recuperar un contorno facial terso y joven se utiliza la técnica de relleno con Radiesse (gel de celulosa, agua y glicerina compuesto por microesferas de Hidroxipatita calcica). Este producto es inyectado en el óvalo facial para aportar volumen al contorno facial y estimular la producción de colágeno natural.
El relleno Radiesse no tiene componentes de origen animal, es muy seguro y es el más adecuado para tratar la flacidez facial. Los resultados alcanzan su punto álgido a los dos o tres meses.
Para combatir la flacidez también se utiliza el tratamiento de mesoterapia, consistente en la microinyección de sustancias que fomentan la formación de colágeno junto a vitaminas, minerales, oligoelementos y ácido hialurónico. Con la mesoterapia se mejora la coloración, el brillo y la textura, revitalización e hidratación de la piel.
Otro tratamiento para mejorar la flacidez, hidratar en profundidad el óvalo facial y darle un aspecto más juvenil a la piel consiste en la inyección de relleno de ácido hialurónico, que hidrata y estimula la formación de colágeno y elastina.
Por último, conseguiremos el mismo resultado empleando el tratamiento de plasma rico en plaquetas (PRP). Este tratamiento devuelve a la piel la capacidad de regenerarse por sí misma. Los beneficios se aprecian desde los primeros días, pero es a partir de los 20 o 30 días cuando se notan los resultados de forma notable. Para conseguir unos resultados más duraderos y efectivos, son recomendables realizar 3 sesiones en un intervalo de tiempo de 3 meses.